Contra las patrias, el Viejo Maestro




La nacionalidad del obrero no es ni francesa, ni inglesa, ni alemana, es el trabajo, la esclavitud libre, el automercadeo. Su gobierno no es ni francés, ni inglés, ni alemán, es el capital. Su aire nativo no es ni francés, ni alemán, ni inglés, es el aire de la fábrica. La tierra que le pertenece no es ni francesa, ni inglesa, ni alemana, está a unos cuantos pies bajo el suelo.
Karl Marx: Crítica de «El sistema nacional de economía política» de Friedrich List

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miércoles, febrero 29, 2012

Biografía de Albert Masó (Julio Gil)






  Biografía de Albert Masó ("Albert Vega")
  
                                                por Agustín Guillamón


              "Vivere militare est". ("Vivir es luchar").
                         Séneca, Epístolas.



Balance. Cuadernos de historia del movimiento obrero.
Cuaderno número 23. Barcelona, febrero 2002.

     Albert Masó March, militante obrero revolucionario que utilizó en diferentes períodos de su vida los seudónimos de "Albert Vega", "R. Maille", "Julio Gil", nació en Barcelona en diciembre de 1918 y murió en París el 21 de noviembre de 2001.

     Estudió en la Escuela Blanquerna de Barcelona, de carácter elitista y catalanista. Inició su trayectoria militante en las Juventudes del Bloc Obrer i Camperol (BOC) de la barcelonesa barriada de Gracia en enero de 1934. Participó activamente en los acontecimientos de octubre de 1934 en Barcelona, en la huelga general revolucionaria que se desencadenó el 6 de octubre de 1934, como protesta al acceso de ministros fascistizantes en el gobierno de Madrid. En Cataluña la CNT no apoyó la huelga. El día 7 el ejército ocupaba Barcelona: el gobierno de la Generalidad se había rendido. En la Rambla la resistencia ofrecida en el sindicato del CADCI (sindicato mercantil catalanista) había terminado con la destrucción parcial del edificio por la artillería del general Batet. Los militantes del BOC concentrados en el local de la Alianza Obrera, en Puerta del Angel, recibieron noticias "excesivamente optimistas" del carácter general de la huelga en Cataluña y de la victoria de la insurrección obrera en Asturias. Eran unas 300 personas mal armadas. Al enterarse de que en Gracia los "escamots" de Esquerra dejaban una gran cantidad de fusiles se desplazaron allí para hacerse con unos 150 fusiles winchester abandonados. Formaron una columna armada, compuesta de 150 militantes, de los que unos 40 eran miembros del BOC, que pretendía dirigirse a Sabadell, ciudad controlada, como algunas otras en Cataluña, por la Alianza Obrera. Aunque disponían de dos coches y dos camionetas se desplazaron a pie. En la plaza de Lesseps les alcanzó la guardia civil, que retrocedió tras un tiroteo en el que murió Teresa Vives, una compañera del BOC, y otros dos fueron heridos. Siguieron hacia el Tibidabo por la carretera de la Arrabassada donde la guardia civil volvió a hostigarlos hasta que el tiroteo se resolvió con la huida de la guardia civil hacia Barcelona. La columna de insurrectos llegó a Sant Cugat, donde les esperaba la guardia civil y se generalizaron los enfrentamientos armados y los heridos por ambas partes. La guardia civil subió a un autocar para huir. La columna se disgregó en pequeños grupos que decidieron ir a Sabadell, mientras otro grupo permanecía en Sant Cugat. Los grupos que iban hacia Sabadell siguiendo la vía férrea eran cada vez menos numerosos y más dispersos. La guardia civil y una unidad del ejército llegaron a Sant Cugat, donde se enfrentaron al grupo insurrecto que se había atrincherado en el Ayuntamiento. Albert Masó, junto con Angel Estivill y Vicente Masferrer, consiguió llegar al anochecer, a través de caminos y senderos, a Sabadell, que estuvo en manos de la Alianza Obrera hasta la llegada del ejército, que ocupó Sabadell a las nueve de la noche. Los insurrectos apresados fueron condenados la mayoría a 30 años de cárcel. Albert Masó no fue herido ni detenido.
      
Tras los hechos de octubre de 1934, Josep Rovira reclutó a Albert Masó, que sólo tenía dieciséis años, como miembro de los Grupos de Acción del BOC (gabocs), que luego lo fueron del Partido Obrero de Unificación Marxista (POUM). Intervino en diversas acciones armadas encargadas a los gabocs por los sindicatos mercantil y textil, y jugó un papel muy destacado en la huelga mercantil de junio de 1936, participando decisivamente en los violentos enfrentamientos de los obreros con las fuerzas de la policía. Había colaborado esporádicamente en La Batalla y L'Hora.
     
 Fue militante del POUM desde su fundación en setiembre de 1935, por la unificación de la Izquierda Comunista de España (ICE) (Nin, Andrade, Molins...) y el BOC (Maurín). En julio de 1936 participó en los combates del 19 de julio de 1936 contra los militares alzados contra la República, en el que intervinieron centenares y luego millares de trabajadores (de la CNT y del POUM), así como algunas fuerzas de orden, leales al gobierno republicano y de la Generalidad. Fue herido levemente frente al cuartel de Atarazanas al mediodía del día 19, por lo que no pudo intervenir en el asalto final a este edificio, que se produjo el 20 de julio por la mañana. Marchó al frente de Aragón con la primera columna organizada por el POUM, primero en Zaragoza y luego en Huesca. En setiembre de 1936 fue herido en Tierz y evacuado a Barcelona. Tras un breve período de reposo en el sanatorio del POUM en Alp, regresó al frente de Huesca.
     
 En marzo-abril de 1937 el POUM aconsejó a sus militantes en el frente, o en comarcas, que se concentraran en Barcelona para reforzar la organización del partido en esta ciudad. Albert Masó a finales de abril de 1937 militaba en la sección de Gracia del POUM. Amén de las reuniones y labores de propaganda, Masó realizaba acciones de control de los transeuntes en la calle o en los transportes, desarmando a todo aquel que llevaba un carnet del PSUC (partido estalinista catalán). Lo mismo hacían los libertarios, y los estalinistas con sus oponentes políticos. La tensión social y política iba en aumento y todo anunciaba ya el enfrentamiento de mayo.
      
Albert Masó vivió las Jornadas de Mayo de 1937 en el local del POUM en Gracia, sito en la confluencia de la calle Córcega con el Paseo de Gracia. Los militantes del POUM levantaron unas barricadas que, a la vez que protegían el local, controlaban la importante encrucijada del Paseo de Gracia con la Diagonal (el Cinc d'Oros), que era también la entrada del barrio de Gracia, antiguo municipio anexionado a Barcelona caracterizado por estrechas callejuelas. La huelga era general en toda la ciudad, y en muchos sitios se producían enfrentamientos armados entre la CNT-POUM y el PSUC-Generalidad-Esquerra-policía. El barrio de Gracia estuvo controlado en todo momento por los Comités de defensa de la CNT, ayudados por el POUM. Masó intervino en los tiroteos contra el cuartelillo de la calle Córcega hacia Rambla de Cataluña, y estuvo patrullando en la encrucijada del Cinc d'Oros, próxima a La Pedrera, incautada por el PSUC. En el local  del POUM en Gracia había unos 40 militantes en contacto permanente con el Comité Local del POUM (Plaza del Teatro en las Ramblas) y con el CE de las Juventudes del POUM, sito en el cercano local de la calle Mayor de Gracia. Militantes de la CNT montaron una ametralladora en una de las barricadas frente al local del POUM en Gracia. Se mantuvieron contactos con alumnos de la Escuela Popular de Guerra, aunque Masó siempre desmintió "el mito historiográfico" de que se estuviera organizando con ellos una columna militar para tomar la Generalidad.
     
     Albert Masó fue testigo del efecto de los discursos radiofónicos de Federica Montseny, Juan García Oliver y Mariano Vázquez, que desmoralizaron y desmovilizaron a los anarquistas, que primero retiraron la ametralladora y más tarde abandonaron definitivamente las barricadas del POUM en Gracia.
      
      Masó, detrás de una barricada semideshecha, contempló al anochecer del 7 de mayo de 1937 el desfile de decenas de camiones de guardias de asalto que llegaban de Valencia cantando La Internacional para "restablecer el orden" en Barcelona. De regreso al frente fue nombrado teniente de la División 29 (que antes de la militarización se llamaba Columna Lenin del POUM).
    
    Del 17 al 19 de mayo los estalinistas promovieron la caida de Largo Caballero e impusieron un nuevo gobierno presidido por Negrín. Orlov planificó el complot para involucrar al POUM en actividades de espionaje franquista, mediante la elaboración de pruebas falsas. El objetivo final era la ilegalización y eliminación física y política de los "trosquistas-fascistas" del POUM por sus críticas al estalinismo y los procesos de Moscú.
         El 16 de junio de 1937 se abatió sobre el POUM la represión preparada por los estalinistas y la NKVD. El CE del POUM fue detenido y acusado de traición; Nin fue secuestrado por la policía republicana y torturado por la NKVD. La desaparición de Nin fue un escándalo político de ámbito internacional y el inicio de la represión generalizada del proletariado revolucionario español.
         Albert Masó March fue detenido el 4 de julio de 1937, junto con otro joven militante poumista, Ramón Riera Llobet, mientras pegaban un cartel, en una calle de Gracia, cuyo título decía: "El Gobierno Negrín es el gobierno de la contrarrevolución". Masó permaneció en la Prisión Modelo, donde coincidió con Eduardo Mauricio Ortiz, hasta el 5 de noviembre de 1937.
      
    El capitán de las Brigadas Internacionales León Narwicz, de nacionalidad polaca y miembro de la NKVD y del Servicio de Información Militar (SIM), creado por Prieto el 9 de agosto de 1937, había jugado un importante papel, ya antes de las jornadas de mayo, preparando la identificación y posterior detención de los distintos militantes y dirigentes del POUM, mediante la obtención de fotografías. Tras ganarse la confianza de diversos dirigentes del POUM (Nin, Andrade, Landau, Gorkin), a quienes se había presentado como simpatizante de la Oposición rusa, pudo recorrer sin levantar sospechas los distintos locales del POUM, sacando las fotos que quiso. Tras las masivas detenciones de militantes del POUM después del 16 de junio, algunos de ellos observaron que la policía, para identificar a quien detenía llevaba fotos recientes, que sólo podían ser las que había tirado Narwicz. Juan Andrade posteriormente identificó a Narwicz en una foto publicada en la prensa, en la que aparecía junto a Líster y otros destacados estalinistas. En enero-febrero de 1938 León Narwicz y Lothar Marx estaban trabajando en un intento de infiltrarse en la Sección Bolchevique-Leninista de España (SBLE), presentándose como simpatizantes, que podían influir en un pequeño grupo alemán de las Brigadas Internacionales. En esa misma época León Narwicz estaba intentando entrar en contacto con la organización clandestina del POUM, sin saber que los poumistas conocían ya su carácter de agente soviético, el papel que había jugado en la detención de Nin, del Comité Ejecutivo y de varios militantes del POUM, así como su labor de recopilación o fabricación de pruebas judiciales en el proceso en curso abierto contra ese partido. El POUM decidió hacerle creer que les interesaba contactar con él, y le dieron una cita para encontrarse. El capitán de las Brigadas Internacionales León Narwicz, agente de la NKVD y del SIM, acudió el 10 de febrero de 1938, a las diez de la noche, a la cita en un descampado en la calle Legalidad, en Barcelona, sin sospechar nada. Un grupo de acción del POUM, formado por Albert Masó y Lluis Puig, le disparó tres tiros en la cabeza. La muerte de León Narwicz fue reivindicada por el POUM como un acto de venganza contra la NKVD por la muerte de Nin y la persecución política del partido. Ni Albert Masó ni LLuis Puig fueron detenidos; la muerte de Narwicz sirvió de pretexto para la detención y juicio de los militantes de la SBLE: "Munis", Jaime Fernández Rodríguez, Domenico Sedran ("Adolfo Carlini"), Aage Kielso, Victor Ondik, Teodoro Sanz, Luis Zanon. La investigación fue conducida por Julián Grimau García, lo cual demuestra la importancia que la NKVD y el SIM concedían al caso Narwicz.


     Ese mismo mes de febrero de 1938 Albert Masó ingresó en la Escuela Militar, para regresar más tarde al frente como teniente de infantería destinado a la 218 Brigada Mixta, 34 División, donde no dejó de militar en una célula clandestina del POUM.
     
    En febrero de 1939, pasó la frontera con su unidad y se evadió del campo de concetración de Argelés. En el exilio formó parte de un grupo de acción, constituido por Albert Masó, LLuis Puig y Rafael García (comisario del batallón de choque de la División 29), que recaudaba fondos para el POUM. Fue detenido y encarcelado durante dos años en La Santé (1939-1941), donde Lluis Puig falleció de tuberculosis en 1939. Sus relaciones personales con Suzanne Voute ("Frédéric") le aproximaron a la Fraction Française de la Gauche Communiste (FFGC), en la que ingresó a principios de 1944. Su adhesión a la FFGC se fundamentaba en tres puntos teóricos: 1) rechazo de la posición "defensa de la URSS"; 2) caracterización de la URSS como potencia contrarevolucionaria; 3) la guerra mundial es ante todo una guerra entre potencias y bloques imperialistas. No compartía los análisis de Bilan sobre la guerra de España, que siempre rechazó como disparatados, ni la concepción bordiguista del partido. Militó en la FFGC durante varios años, en París, en un ambiente agradable y propicio, junto a los franceses Gaston Davoust ("Chazé") y Lasterade, y los exiliados italianos Aldo Lecci ("Tullio"), Bottaioli ("Butta"), Bruno Zecchini, los hermanos Corradi (Ernesto y Piero), Martín Capeletti, Ferruccio y Mario. En el otoño de 1944 Marc Chirik y Salama ("Mousso"), que acababan de llegar a París procedentes de Marsella, abandonaron la FFGC para constituir la Gauche Communiste de France (GCF). En 1945 "Tullio" y "Butta" marcharon a Italia; y en 1946 ingresaron en la FFGC dos españoles: Rafael García, poumista que había sido ofical en la División 29, que se alejó del grupo al cabo de dos años, y "Nico", obrero en la fábrica Renault de Boulogne-Billancourt, donde se convirtió en uno de los organizadores de la huelga salvaje de abril de 1947, y que a principios de 1949 emigró a Venezuela.
      
         Albert Masó había sido detenido de nuevo en 1944 por los alemanes. En diciembre de 1945 asistió a la primera Conferencia del Partido Comunista Internacionalista de Italia (bordiguista), reunida en Turín. Con el tiempo las discrepancias entre bordiguistas intransigentes (como Suzanne) y no bordiguistas fueron acentuándose. Albert Masó pasó un año en un sanatorio en Suiza (mayo de 1947 a abril de 1948) y luego otro año de trabajo (enero a diciembre de 1949) en Marsella y Comar, por lo que se mantuvo alejado de toda práctica política hasta su regreso a París en diciembre de 1949, donde trabajó como traductor. Ante el deterioro de la situación en el seno de la FFGC, las discusiones con el grupo Socialisme ou Barbarie (SB) permitieron a un pequeño grupo de militantes: Albert Masó ("Vega"), Pierre Lanneret ("Camille"), "Gaston Davoust (Chazé"), Jacques Signorelli ("André Garros" ), Neron, Raymond Bourt ("Gaspard"), y otros, realizar un balance político que se expresó en una Declaración política, publicada en el número 7 de Socialisme ou Barbarie. En mayo de 1950, Albert Masó ("Vega"), Pierre Lanneret ("Camille") y el pequeño grupo desgajado de la FFGC se adhirió a SB. En los números 9 y 11 de la revista se publicaron dos importantes artículos, firmados por "Albert Vega", sobre la lucha de clases en España y sobre la escisión del bordiguismo en Italia, entre las tendencias lideradas por Damen y Bordiga. Desde 1952 el nombre de "Albert Vega" fue incluido entre los miembros del consejo de redacción. Albert Masó asumió durante su militancia en SB el peso de las tareas de organización política y publicó diversos artículos sobre los más variados temas, firmados "A. Vega" o "R. Maille". Desde 1954 el pequeño nucleo de militantes de SB (que osciló de los 20 a los 80 militantes) vivió una serie de enfrentamientos internos, cada vez más agudos, que solían cristalizar en tres tendencias encabezadas por Castoriadis (que daba gran importancia a la teorización de los nuevos fenómenos del capitalismo y no creía que SB pudiera conventirse en una auténtica organización revolucionaria), Lefort (preocupado por el antileninismo y la crítica de la burocracia) y "Vega" (que priorizaba el marxismo revolucionario clásico y un cierto activismo obrerista).
     
      En el otoño de 1957 Masó alojó en su casa a "Munis" (recién salido de las prisiones franquistas) durante dos o tres meses. Las discusiones de "Munis" con SB, en la primavera de 1958, finalizaron con un desacuerdo total en temas esenciales, por lo que "Munis" y Benjamin Péret fundaron su propio grupo: Fomento Obrero Revolucionario (FOR). En ese mismo 1958 se produjo una escisión en SB, a causa de las discrepancias en torno al modelo organizativo por el que debía optar SB: Castoriadis ("Chaulieu", "Cardan"), Masó, etc.. continuaron en SB, mientras Claude Lefort ("Montal"), "Henri Simon", y otros abandonaron el grupo para constituir Informations et liaisons ouvrières (ILO). En 1960, durante la guerra de Argelia, Albert Masó, a causa de los registros y detenciones a que fueron sometidos los militantes extranjeros de SB, se vió obligado a destruir sus archivos y colecciones de periódicos: Battaglia, Prometeo, Programme, Bilan. L'Etincelle, L'Internationaliste, folletos, textos, etc....
     
       Masó mantuvo un contacto asiduo, durante los años cincuenta y sesenta, con Onorato Damen, líder del Partito comunista internacionalista de Italia (Battaglia), y sobre todo con Bottaioli, y el grupo formado por éste en Cremona: Danilo Montaldi, Gianfranco Fiameni, etc..., que permitió romper el aislamiento internacional de SB, así como una amplia difusión de la revista en Italia. En 1963 se produjo una nueva escisión en SB: Castoriadis y Mothé conservaron la revista SB (que se publicó hasta 1965, disolviéndose el grupo en 1967), mientras Masó, Lyotard ("Laborde"), Soury (Brune"), etc.. continuaron con Pouvoir Ouvrier (mensual de SB), hasta su autodisolución en diciembre de 1969. Ambos grupos (unos 20 militantes cada uno) mantuvieron los nombres respectivos de sus publicaciones para la organización.
      
        En 1972 Masó reingresó en el POUM, en París, formando parte de su CE en el exilio. Desde 1975 publicó con Wilebaldo Solano Tribuna Socialista, editada por la Izquierda del POUM, que proponía la unidad del POUM, Acción Comunista, Unión Comunista de Liberación y Lucha Obrera. Albert Masó firmaba los artículos publicados en esta revista con el seudónimo de "Julio Gil". En octubre de 1975 fue uno de los organizadores de la campaña realizada en París contra la aplicación de las penas de muerte dictadas por Franco. En julio de 1976 se disolvió la izquierda del POUM: Solano y Masó apostaron por la reconstrucción del POUM desde la perspectiva del marxismo revolucionario y mediante la unificación de diversas formaciones marxistas. Albert Masó, abandonando familia y amigos, fijó su residencia en Barcelona para dedicarse de pleno a la militancia en el POUM. En diciembre de 1976 se aprobó por referéndum la Ley de Reforma Política, que acababa con la posibilidad de una "ruptura" con el franquismo y sentenciaba la vía del pacto político entre reformistas antifranquistas y liquidadores franquistas. En abril de 1977 se celebró la IV Conferencia del POUM con la discusión y aprobación de un texto político de Solano y una resolución sindical elaborada por Masó. La decisión de que el POUM participara en las elecciones generales convocadas para el 15 de junio de 1977, no discutidas en la IV Conferencia, provocaron la escisión de Mario Lleget y el sector más joven del interior, contrarios a la intervención electoral, lo cual provocó la existencia de dos POUM, hasta el ingreso de los escindidos, en los primeros meses de 1978, en el Partido Obrero Socialista Internacional (POSI), sección española de la Organización por la Cuarta Internacional (OCI). El resultado de las primeras elecciones fue decepcionante para todas las formaciones a la izquierda del PCE, que entraron en una crisis que acabó siendo irreversible. En agosto de 1977 el POUM celebró su V Conferencia, consiguió convertir La Batalla en un órgano mensual e inició un proceso de unificación con Acción Comunista y un grupo escindido de la Organización de Izquierda Comunista (OIC) que, a lo largo de 1978, tras diversos avatares y desencuentros, terminó en un estrepitoso fracaso cuando fue incapaz de superar una cuestión de segundo orden como era la del nombre a adoptar por el nuevo partido unificado. El fracaso del proceso de unificación llevó al POUM a una crisis aguda, con la multiplicación en 1979 de los casos de abandono o absentismo. Sólo el voluntarismo de Masó y un pequeño núcleo militante garantizó la salida de La Batalla y las mínimas tareas administrativas. El 1 de noviembre de 1979 Masó regresó a París, aunque realizando siempre frecuentes viajes a Barcelona. Desde 1981 el POUM dejó de tener una actividad política real, aunque nadie tomó la iniciativa de su disolución, ni siquiera cuando años más tarde se constituyó la Fundación Andreu Nin.
    
        La biografía de Albert Masó, obstinado, activo y valioso militante obrero y revolucionario desde los diecisésis años (1934) hasta el final de sus días (noviembre 2001) se funde con la historia del "viejo" movimiento obrero del siglo XX. Suzanne Voute, su compañera durante algunos años, falleció en diciembre de 2001 en Marsella.    

                        Agustín Guillamón.




BIBLIOGRAFÍA:

DURGAN, Andrew: "Sindicalismo y marxismo en Cataluña 1931-1936. Hacia la fundación de la Federación Obrera de Unidad Sindical". Historia Social nº 8  (1990).

"GIL, Julio" [MASO, Albert]: "Por el reagrupamiento de los marxistas revolucionarios en España: dos documentos políticos". Tribuna Socialista nº 1 (octubre-diciembre 1975).

- "Las huelgas de enero-marzo". Tribuna Socialista nº 3 (abril-junio 1976).
 
GOTTRAUX, Philippe: Socialisme ou Barbarie, un engagement politique et intellectuel dans la France de l'après guerre. Editions Payot Lausanne, s.l., 1997.

GUILLAMON, Agustín: "Algunos informes de "Pedro" sobre la Guerra de España y otros documentos. La NKVD y el SIM en Barcelona". Balance nº 22 (noviembre 2001).

LANNERET, Pierre: Les internationalistes du "troisième camp" en France pendant la seconde guerre mondiale. Acratie, Paris, 1995 [Albert Masó intervino en la elaboración del prólogo].

MASO, Albert: "Correspondencia con Agustín Guillamón (1996-1997)". Reproducida parcialmente en "Debate de Balance (1). El POUM y los BL en la guerra civil". Balance nº 5 (serie de estudios e investigaciones) de agosto de 1998.
 
- "Lettre à Philippe Bourrinet. (Paris, 24 avril 1998)". [Anexo: breve autobiografía de Albert Masó].

PAGES, Pelai: El Partit Obrer d'Unificació Marxista durant la transició democrática (1974-1981). Institut de Ciències Polítiques i Socials, Barcelona, 1998.

- Biografías de MASO MARCH, Albert y PUIG, Lluís en el Diccionari biogràfic del moviment obrer als Països Catalans. Ed. Universitat de Barcelona i Pub. Abadia de Montserrat, s. l., 2000.

POUM: Resoluciones de la IV Conferencia General del Partido Obrero de Unificación Marxista. POUM, Barcelona, 1977.

- Trabajadores y sindicatos en la encrucijada: defensa de clase o política "pactista". Resolución aprobada por la V Conferencia del POUM. POUM, Barcelona, 1977.

ROSA, Carmel-Roc: Quan Catalunya era revolucionària. Edicions del Pèl, Salt, 1986.

Serveis Correccionals de Catalunya. Preventori Judicial de Barcelona. Expedient processal d'Albert Masó i March (4-7-1937 a 5-11-1937).

Sumari nº 94 (10 marzo 1938). Jutjat Especial nº 1 del Tribunal d'Espionatge i Alta Traició de Catalunya. Per Alta Triación por complot, propaganda y asesinato del capitán León Narwitsch. [Archivo Histórico Nacional de Madrid].

"VEGA, Albert" [MASO, Albert]: "La lutte de classes en Espagne". Socialisme ou Barbarie nº 9 (abril-mayo 1952).

- "La crise du bordiguisme italien". Socialisme ou Barbarie nº 11 (nov.-dic. 1952).


VEGA, CAMILLE, JEAN DOMINIQUE, ANDRE, MAURICE, GASPARD, MARCEL: "Declaration politique, rédigée en vue de l'unification avec le groupe "Socialisme ou Barbarie"". Socialisme ou Barbarie nº 7 (agosto-set. 1950).
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Semblanza de Wilebaldo Solano, un dirigente del POUM.


Semblanza de Wilebaldo Solano, un dirigente del POUM.

El dirigente comunista Wilebaldo Solano (Burgos, 1916), último líder del Partido Obrero de Unificación Marxista (POUM),  falleció  el 8 de septeimbre de 2010 en Barcelona a los 94 años.
Conocí a Solano en 1977, todavía estando en Acción Comunista, en el curso de las conversaciones y relaciones fraternales que desde el Comité Político del que era miembro, en la perspectiva del Congreso de Unificación de los Marxistas Revolucionarios, manteníamos con el Comité Ejecutivo del POUM, luego del fracaso del mencionado congreso entre Acción Comunista, la Organización de Izquierda Comunista, el CUM y el POUM (mantenía aún un colectivo en de exiliados en Francia, en torno a Solano) además de las agrupaciones de Barcelona, Valencia y Madrid.
El reducido pero bien armado intelectualmente POUM había transigido no poco con AC, particularmente con sus posiciones últimas bastante gramscianas (una de mas importantes ponencias comunes del congreso la constituía una sobre el ¡bloque histórico revolucionario!) entonces estaba Gramsci muy de moda y AC exploraba en su pensamiento inspiración para una acción política revolucionaria, no “eurocomunista” de los PC’s italiano y español, que en aquél tiempo también chupaba rueda de Gramsci. Supongo que Gil, Solano, Baltasar, Pelai, el ya muy anciano pero lúcido Juan Andrade, desde el POUM estaban dispuesto a negociar y transigir bastante, incluso hasta quedar en minoría en el futuro partido, pero siempre ¡a condición de que el nombre a adoptar fuera “POUM”! y ello a los dirigentes de AC – no a mi ni a otros – le parecía tan anticuado como “bolchevique”, de hecho el POUM se sentía leninista, y respecto de Trotsky y el trotskismo organizado en la IV Internacional mantenían posiciones algo parecidas, respeto y distancia, digan lo que digan hoy los trotskistas del Secretariado Unificado, NPA en Francia, IZAN en España.
La ruptura del Congreso en Barna supuso el abandono de la mayoría de la militancia del colectivo local de AC, un grupo reducido de profesionales y estudiantes se integró en la LCR, nos pasamos al POUM el frente obrero completo de AC en esta ciudad, no menos de una veintena de cuadros militantes en fabricas como Astilleros, CASA, Riviana, un fuerte grupo de enseñantes, maestros y profesores, sanitarios, metalúrgicos. Otro compañero y yo mismo fuimos elegido para el comité ejecutivo del POUM.
El hecho curioso es que el POUM era básicamente "bolchevique", leninista más que trotskista y en todo caso al igual que AC escasamente  simpatizante de la IV Internacional y siendo así, nosotros los que veníamos de AC, básicamente luxemburguistas, nos sentimos atraídos por el POUM, solidarios, cabe decir, en parte por el mal trato y las escasa sensibilidad de nuestra propia organización, Acción Comunista en el proceso de unificación, en parte a su vez, por la cosa romántica de su aureola antiestalinista durante la guerra civil y también por una cierta seriedad organizativa que echábamos de menos en la jaula de grillos, los cambios frecuentes de paradigma teórico siempre al socaire de dos o tres teóricos de “cámara”  y la poca disciplina de AC, que al menos para mi, desde el punto de vista organizativo fue un ejemplo vivo de cómo la informalidad mas que tolerar, reclama, liderazgos oficiosos tan “eficientes” burocráticamente como las derivadas del centralismo mas burocrático.
Por entonces Solano residia en París y solía acudir a algunas reuniones del ejecutivo en Barna, siempre en contacto con Pelai Pagés (el historiador del POUM y miembro del CE) ya se dedicaba fundamentalmente a la recuperación de la memoria del POUM. Como apunta Pepe Gutiérrez Alvarez, solía referirse a "nuestro" exiguo POUM (apenas un centenar de militantes en toda España) como el "Poumito", algo que resultaba irritabable por lo que de menoscabo de nuestra labor me parecía.  Ciertamente por entonces estaba muy afectado por la reciente muerte de su hija en trágicas circunstancias, todos sentíamos por él un gran respeto, pero sabíamos que su labor fundamental ya entonces era recuperar el buen nombre del POUM, su dignidad histórica de partido revolucionario y por encima de todo la dignidad de Andreu Nin, al esclarecimiento de su vil asesinato, puede decirse que Solano dedicó lo mejor de su vida.  
 Su hombría de bien, su “clase”, sus convicciones revolucionarias le impidió siempre atender a los cantos de sirenas de quienes estaba interesados en utilizar al POUM y el asesinato de Nin contra el Partido Comunista de España, dejó claro para propios y extraños que jamás iba a prestarse a jugadas semejantes, todo lo que deseaba era que el PCE de Carrillo reconociera la honorabilidad revolucionaria de Nin y del POUM, y que se prestara a colaborar en el esclarecimiento de aquellos hechos.
  QUE LA TIERRA LE SEA LEVE.
 JM Delgado.

El dirigente comunista Wilebaldo Solano que sufrió la cárcel y el exilio, Fallece el último líder del POUM, Público, Junto con este texto del diario español Público reproducimos la nota de prensa enviada a Rebelión por la Fundación Andreu Nin,

El dirigente comunista Wilebaldo Solano (Burgos, 1916), último líder del Partido Obrero de Unificación Marxista (POUM), ha fallecido hoy en Barcelona a los 94 años., Hospitalizado desde el pasado agosto, Solano fue desde 1937 miembro del comité ejecutivo clandestino del POUM. Tras ser detenido en abril de 1938, permaneció en la cárcel Modelo de Barcelona hasta el final de la Guerra Civil., De los barrotes pasó al exilio: se estableció en París, y tras un viaje clandestino a España, fue elegido secretario general del POUM en una conferencia general del partido celebrada en Toulouse (Francia)., En su largo exilio en Francia, dirigió La Batalla, fue detenido en Montalbán en 1941 y condenado a 20 años de trabajos forzados por el régimen de Vichy, siendo liberado en 1944, uniéndose al maquis hasta el final de la Segunda Guerra Mundial., Solano participó también en la creación del Movimiento por los Estados Unidos Socialistas de Europa, una de las primeras organizaciones europeistas después de la guerra, y del Congreso de los Pueblos contra el imperialismo, en el que se agruparon la mayor parte de los movimientos de emancipación nacional de Africa y de Asia. El POUM estuvo en primera línea con esos movimientos, aumentando así su prestigio en el movimiento anticolonial.,
Trabajó para la Agencia France Press entre los años 1953 y 1981 y es autor del ensayo El POUM en la Historia. Andreu Nin y la Revolución española, del año 1999.,

En los años ochenta, contribuyó a la creación de la Fundación Andreu Nin, centrada en recuperar el prestigio y clarificar las causas de la muerte de uno de los principales representantes del marxismo revolucionario en España., Fuente:
http://www.publico.es/espana/335458/fallece/ultimo/lider/poum,

lunes, febrero 27, 2012

Almas de vidrio.-

(relato)
              
 El estruendo resonó abrumador en toda la planta, Rosa y Luis creyeron que se desplomaba el edificio sobre sus cabezas.

Cuando Luis, alarmado, abrió la puerta, Eugenia y Antonia - la madre y hermana de
Manolo, el vecino del piso superior - hallabánse ya en la planta hablando con Rosario, la vecina del "C" que mantenía entrecerrada aún por la cadena la puerta de su piso.
         
- ¿Que es lo que pasa? - inquirió Luis de las mujeres.

          - ¡La policía! ¡Llame usted a la policía! - exclamó Eugenia llevándose la mano al pecho.
          - ¿La policía?, pero....¿porqué?, ¿que ha pasado?  - volvió a preguntar.
         
Antonia iba a pedirle a Rosario que sacara una silla para su madre a punto de
desfallecer u algo peor, cuando esta - que ante la presencia tranquilizadora de un hombre se
había atrevido a retirar la cadena - se anticipaba a su petición. Pidió también un vaso de agua al tiempo que se llevaba la mano al seno, aludiendo en el gesto al delicado estado de salud de su madre.


(continuar) 

Otro Luxemburguismo es posible



“Otro Luxemburguismo es Posible: Reflexiones sobre Rosa y el Proyecto Socialista Radical”



Dr. William A. PELZ
Institute of Working Class History
2335 W. Altgeld Street
Chicago, Illinois 60647-2001 U.S.A.
e-mail: iwch@juno.com


Agradecemos al autor su permiso para traducir y publicar este texto. Hemos conservado las notas con las referencias bibliográficas del original en inglés, que se corresponden con las ediciones utilizadas por el autor. Y hemos intentado señalar también (siempre que ha sido posible) los textos citados en castellano. No hemos querido introducir informaciones adicionales, pero si alguien desea otra bibliografía en castellano, puede solicitárnosla. Pedimos disculpas por anticipado por los errores que pudiera haber en la traducción. El original (en inglés) fue presentado a la Conferencia Internacional Rosa Luxemburg celebrada los días 1-2 de Abril de 2007 en Tokyo (Japón) y puede leerse en:
http://www-bunken.tamacc.chuo-u.ac.jp/rosa_confe2007/pdf/papers/Pelz.pdf

DC-L

Con su asesinato el 15 de Enero de 1919 Rosa Luxemburgo[1] dejó un vacío no solamente en la izquierda alemana[2] sino también, de hecho, en todo el movimiento internacional. La destrucción de quien Franz Mehring había llamado "el mejor cerebro desde Marx" significó que otros menos brillantes, y, lo que es más significativo, con menos principios, seguirían en su estela. Como si su ausencia no fuera bastante mala, algunos, como Stalin, que la temió incluso muerta, erigirían un monstruo que tuvo poca semejanza con el profundo pensamiento de Luxemburgo. Esa torpe, cínica y auto-complaciente parodia de las ideas de Rosa Luxemburgo y de aquellos que pudieron atreverse a seguirlas se conocía como "Luxemburguismo".

En su famosa carta "Sobre algunas cuestiones de la historia del Bolchevismo", publicada por José Stalin en Proletarskaia Revoliutsiia[3], Stalin afirmó que Luxemburgo era una líder de la Social-Democracia alemana que desarrolló un "Luxemburguismo" que era un tipo de Menchevismo contrarrevolucionario. Después Martinov se unió a Stalin en los ataques contra los “errores semi-mencheviques” de Luxemburgo[4]. Como señala el profesor Sobhanlal Datta Gupta, no fue posible analizar el verdadero impacto completo de ese ataque de Stalin hasta la apertura de los archivos soviéticos y de la Comintern. Ahora la furia completa de ese ataque contra la herencia y el pensamiento de Rosa se ha revelado con claridad[5]. Tanto como en el caso de Trotsky, Stalin y sus subordinados actuaron de manera intencionada para difamar la reputación de Rosa Luxemburgo aunque estando muerta ella no pudiese suponer ninguna amenaza para la nueva ortodoxia stalinista.

Sin duda, Rosa e incluso el "Luxemburguismo" tuvo sus defensores. En 1940 su viejo camarada Paul Frolich escribió una biografía conmovedora de ella que desafió la versión stalinista aceptada[6]. El gran rival de Stalin, León Trotsky, escribió una penetrante defensa titulada "¡Fuera las manos de Rosa Luxemburgo!"[7]. Aún así, Trotsky no podría resistir la tentación de denunciar más adelante las tentativas de construir un movimiento luxemburguista en Francia. El viejo bolchevique tronó, "los puntos débiles de las enseñanzas de Rosa Luxemburgo han sido revelados tanto por la teoría como por la praxis."[8] Durante la República de Weimar y en los oscuros días del fascismo de Hitler, el Partido Comunista Alemán (KPD) se aferró cada vez más a la línea stalinista que condenaba a la fundadora de su partido. Después de la carta de Stalin de 1931, que fue traducida rápidamente al alemán, los líderes del KPD como Ernst Thaelman darían rutinariamente discurso tras discurso denunciando a Luxemburgo y Trotsky como diablos gemelos que frecuentan el movimiento revolucionario de trabajadores. Un portavoz del KPD advirtió que el Luxemburguismo era un arma de la contra-revolución diferente "solamente en lo formal de los teóricos social-fascistas”[9]

Con la derrota del nazismo y el establecimiento de la República Democrática Alemana (DDR) en lo que había sido la zona soviética de ocupación, uno habría esperado una nueva re-evaluación más positiva de Rosa Luxemburgo y sus teorías. Pero no fue así, pues el nuevo gobernante Partido Socialista Unificado (SED) adhirió fuertemente a la "sabiduría” stalinista recibida. Una biografía oficial de Luxemburgo publicada en 1951, mientras elogiaba su dedicación a la causa de los trabajadores, insistía en que "grandes fueron sus fallos y errores que desviaron a la clase obrera alemana hacia una dirección incorrecta. Sobre todo, no debemos cerrar nuestros ojos al hecho de que no era sólo una cuestión de algunos errores, sino de un sistema entero de posiciones incorrectas ("Luxemburguismo"). Estas posiciones fueron una de las razones decisivas de la derrota del Partido Comunista Alemán después de su fundación…"[10]

Incluso después que la destalinización hubiera llegado a la DDR, Luxemburgo seguía siendo sospechosa para la jerarquía del SED. Así, aunque Lenin había defendido la publicación del trabajo completo de Rosa en todos los idiomas principales del planeta inmediatamente después de su muerte, las primeras Obras Escogidas de Rosa Luxemburgo aparecieron en la DDR solamente en 1970. Además, las Obras Escogidas estaban lejos de ser completas, incluyendo pocos de sus escritos sobre la cuestión nacional, y mucho menos cartas que se mantenían en los archivos de la URSS o la DDR. No se hizo ningún intento serio de traducir a Rosa a otros idiomas muy empleados a pesar de la vieja súplica hecha por Lenin 50 años atrás. No obstante, por una ironía al parecer involuntaria, una unidad militar alemana del este fue bautizada en los años 70 con el nombre de Rosa, pese a su firme antimilitarismo[11].

En la inmediata postguerra, en el Oeste, Luxemburgo fue publicada, si acaso, principalmente como arma contra Lenin y por las implicaciones de la competencia con el sistema social de la Unión Soviética. Cuando fue “descubierta” por la New Left (Nueva Izquierda) a fines de los 60 y en los 70, ella comenzó a ser juzgada por sus propios méritos, pese al fuerte regusto anticomunista que a menudo continuaba marcando la presentación de su obra. Por ejemplo, la Universidad de Michigan publicó los escritos de Rosa “Problemas Organizativos de la Socialdemocracia” y “La Revolución Rusa” en un libro titulado Revolución Rusa y Leninismo o Marxismo[12]. En el enfrentamiento entre la RFA (Alemania Occidental)[13] y la DDR (Alemania Oriental), ambos países homenajearon a Rosa Luxemburgo poniendo su imagen en un sello de correos. Como si de una broma pesada se tratase, los sellos podían haber sido emitidos para que ambos, stalinistas y capitalistas, pudiesen escupir sobre Rosa cuando enviasen sus cartas[14]. Con el colapso del Bloque Soviético, las pasiones se han enfriado y de nuevo ha sido posible estudiar a Luxemburgo por sí misma. Muchos valiosos trabajos han sido llevados a cabo con el objetivo de volver a analizar a Rosa y al Luxemburguismo no revisionista, como han mostrado los extraordinarios encuentros organizados por la Sociedad Internacional Rosa Luxemburgo. Todavía queda mucho por hacer para restaurar a Rosa Luxemburg en su justo lugar como una pensadora original y una revolucionaria ética. Este artículo es una modesta contribución a ese esfuerzo.

Este artículo argumentará que una nueva apreciación de Rosa, “otro Luxemburguismo”, acorde a los principios de Rosa y libre del revisionismo stalinista, podría desarrollarse a partir de ciertos aspectos clave de su obra. Entre los elementos que reclaman su inclusión en esa lista, yo me centraré en cinco: 1) La firma creencia en la democracia; 2) La completa fe en la gente común (las masas); 3) La dedicación al internacionalismo en el discurso y en los hechos; 4) El compromiso con un partido revolucionario democrático; y 5) La práctica imperturbable del humanismo. Hay, por supuesto, muchas otras áreas de su pensamiento que mantienen perspectivas vitales para quienes la siguieran en el siglo XXI[15]. Por razones de tiempo, yo limitaré mi discusión a los cinco puntos antes mencionados.

Democracia es una palabra muy empleada hoy en el mundo, demasiado a menudo por aquellos que no tienen un verdadero interés en la democracia para la mayoría de la Humanidad. Luxemburgo rechazó la noción de democracia de la tradición burguesa – un pueblo pasivo eligiendo entre una limitada oferta de élites competidoras. Para ella, la democracia, la verdadera democracia, era el compromiso activo de las masas en todos los aspectos del funcionamiento social. Era el punto de vista de Luxemburgo que “cuanto más democráticas son las instituciones, cuanto más vivo y poderoso es el pulso de la vida política de las masas, más directa y completa es su influencia…”[16] En otras palabras, una completa democracia que hacía alusión a la experiencia de la Comuna de París[17]. Ella no mostraba simpatía ni por los argumentos de los “socialistas” parlamentarios que veían a la gente común como una masa pasiva de votos[18], ni por el excesivo centralismo practicado por los bolcheviques rusos[19]. Rosa habría estado de acuerdo con Bertolt Brecht cuando él criticó al secretario de la Unión de Escritores de Alemania del Este, quien después de la revuelta obrera de 1953:

Hizo repartir folletos en el StalinalleeIndicando que el puebloHabía perdido la confianza del gobiernoY podía ganarla de nuevo solamenteCon esfuerzos redoblados. ¿No sería más simpleEn ese caso para el gobiernodisolver el puebloY elegir otro?[20]

En segundo lugar, nosotros hemos comentado su fe en las masas. Esto está relacionado, pero es distinto de, sus creencias democráticas. Rosa pensó que los trabajadores eran capaces de alzarse desde sus problemas y preocupaciones del día a día hasta crear un verdadero movimiento revolucionario que conduciría a una transformación fundamental de la sociedad. Mientras otros “socialistas” culpaban al pueblo de sus fallos, Luxemburgo se dio cuenta de que las masas probarían en último extremo ser más sabias que sus auto-proclamados salvadores. Su con frecuencia citada conclusión a su crítica de la organización del partido en Rusia debe ser recordada aquí: “Vamos a hablar con franqueza entre nosotros: los errores que son cometidos por un verdadero movimiento revolucionario de los trabajadores son mucho más provechosos y valiosos, históricamente hablando, que la infalibilidad del mejor posible Comité Central”[21]

En tercer lugar, uno debe reconocer el internacionalismo de Rosa Luxemburgo. Ella supo ver que el nacionalismo era una ilusión que se ponía en juego la mayoría de las veces por parte de la reacción. En oposición a otros como Lenin, que buscó encontrar “un nacionalismo progresivo”, Luxemburgo comprendió que el orgullo de una nación es fácilmente y típicamente manipulable para despreciar a otras culturas. Su original trabajo sobre Polonia probó que ésta no podía ser verdaderamente independiente porque carecía de las bases económicas necesarias[22]. Esta perspicacia se aplica a las naciones hoy más que nunca, en nuestra era de la globalización. Incluso, sus puntos de vista estuvieron lejos de una falta de simpatía hacia las naciones y pueblos oprimidos por otros, sino que ella pensaba que su definitiva liberación radicaría en una liberación internacional, no nacional[23]. Rosa sabía que el imperialismo no era una mera elección para las economías capitalistas avanzadas, sino una necesidad económica. Además, el imperialismo continuaría no sólo contra las naciones sino también contra las comunidades subdesarrolladas en el seno de la misma nación[24]. Para combatir esos males la herramienta apropiada es la solidaridad internacional. En muchos sentidos, uno podría considerar a los Foros Sociales Mundiales un proyecto inherentemente luxemburguista en su énfasis en el internacionalismo y la democracia.

El cuarto componente del Luxemburguismo es su forma de entender el partido revolucionario. Como se mencionó anteriormente, Rosa Luxemburgo era una demócrata comprometida con una profunda fe en las masas de la gente común. Como ella escribió en ¿Qué quiere Spartaco?: nosotros “nunca tomaremos el poder gubernamental excepto en respuesta a un claro y sin ambigüedades deseo de la gran mayoría de las masas proletarias de toda Alemania, nunca salvo por la afirmación consciente del proletariado de las opiniones, los objetivos y los métodos de lucha de la Liga Spartaco”[25] Esas creencias la previnieron de adoptar la forma ultra-centralista de partido de Lenin[26]. Para ella, el socialismo –el verdadero socialismo- sólo podía ser alcanzado por la completa movilización de los trabajadores como protagonistas activos de su propia liberación. Mientras era intransigente en su oposición al capitalismo y a toda forma de explotación, Rosa era creativa y fue más allá de los zánganos dogmáticos que llegaron a dominar el comunismo europeo en las décadas posteriores a su muerte. El partido, para Rosa Luxemburgo, no estaba para ser ni un sustituto de las masas trabajadoras ni una máquina electoral que usara a la gente común como pasivos marcadores de votos. Antes bien, éste era un creador que desarrollaba la interacción entre “líderes” y “seguidores”.

El quinto y último elemento del “Luxemburguismo” que debe ser incluido es el humanismo. Luxemburgo tenía una profunda creencia en la dignidad humana como la base moral del socialismo. Ella entendió el socialismo como algo más que una mejora cuantitativa de la condición humana, como una liberación de los seres humanos desde el reino de la necesidad hacia el reino de la libertad. Frente a los líderes burgueses, como la antigua primera ministra británica Thatcher que dice “No existe tal cosa como sociedad”[27], Rosa vió la sociedad como una iniciativa únicamente humana que puede trascender la mera necesidad física para alcanzar una realización plena del espíritu. Esto no sería impuesto o ajeno a la gente. Luxemburgo defendió que las anteriores revoluciones dependieron de la violencia porque fueron lideradas por y para minorías privilegiadas. En contraste, “la revolución proletaria no requiere del terror para sus propósitos; odia y desprecia el asesinato. No necesita esas armas porque no combate a individuos sino a instituciones… no es el desesperado intento de una minoría para moldear el mundo a la fuerza de acuerdo con su ideal.”[28]

Escribiendo en Die Rote Fahne el 18 de Noviembre de 1918, Rosa señaló que la revolución tenía “Un Deber de Honor”. Este artículo enfatizaba el lado humano de la revolución y exigía un inmediato cese para la pena de muerte. Luxemburgo concluía: “despiada energía revolucionaria y tierna humanidad – sólo ésta es la verdadera esencia del socialismo. Un mundo debe ser ahora destruido, pero cada lágrima que pudiese haber sido evitada es una acusación; y un hombre que por apresurarse en los hechos importantes pisotea involuntariamente incluso a un pobre gusano, es culpable de un crimen.”[29] El socialismo fue siempre para Rosa el comienzo de un mundo más lleno de belleza, cultura y ciencia para toda la gente. Era un noble objetivo para Rosa en el siglo XX y sigue siendo un digno objetivo para nosotros en el siglo XXI. Quizás ahora, después del colapso del bloque soviético stalinista, es tiempo de un renacimiento del Luxemburguismo.

[1] La más completa biografía en inglés continúa siendo J.P. Nettl, Rosa Luxemburg, 2 vol., London and Oxford: Oxford University Press, 1966.
[2] Para examinar este punto con más detalle vease, por ejemplo, el clásico de Pierre Broue, The German Revolution, 1917-1923, Chicago, Haymarket Books, 2006.
[3] J.V. Stalin, Works, Vol. 13, Moscow: Foreign Languages Publishing House, 1955: 102.
[4] A. Martinov, “Lenin, Luxemburg, Liebknecht,”The Communist International, 10.3-4 (1933): 140-142.
[5] Sobhanlal Datta Gupta, Comintern and the Destiny of Communism in India, 1919-1943: Dialectics of Real and A Possible History, Kolkata (India): Seribaan: 33-34.
[6] Paul Frolich, Rosa Luxemburg: Her Life and Work, New York: Howard Fertig, 1969.
[7] Leon Trotsky, “Hands Off Rosa Luxemburg!” The Militant (New York) August 6 & 13, 1932. En castellano, ùede consultarse en:
http://www.marxismo.org/files/16ApendiceFueralasmanosdeRosaLuxemburgoporTrotsky_0.pdf
[8] Leon Trotsky, “Luxemburg and the Fourth International,” New International, August 1935. En castellano en:
http://www.marxismo.org/files/17ApendiceLuxemburgoylacuartainternacionalporTrotsky_0.pdf
[9]Kurt Sauerland, Der dialektische Materialismus, Berlin: Neuer Deutscher Verlag, 1932: 133.
[10]Fred Olssner, Rosa Luxemburg, Berlin [DDR]: Dietz Verlag, 1951: 7.
[11]Daily World, July 29, 1976: 7.
[12]The Russian Revolution and Leninism or Marxism, Ann Arbor: University of Michigan Press, 1970. See also: Bertram D. Wolfe, “Rosa Luxemburg and V.I. Lenin: The Opposite Poles of Revolutionary Socialism,” Antioch Review, 21 (Summer, 1961): 209-226.
[13]Esta acción no fue realizada sin la oposición de la derecha. Puede verse: The Sunday Times (London), March 17, 1974: 8.
[14] Esta broma me fue referida por un miembro del staff de la Embajada de la DDR asignado a Washington, D.C. y, aparte, por un miembro del Partido con el que estuve durante una visita a Brelín Oriental.
[15]See, for example: “Writings on Women, 1902-1914" in Peter Hudis and Kevin B. Anderson, The Rosa Luxemburg Reader, New York: Monthly Review Press, 2004: 232-245.
[16]The Rosa Luxemburg Reader: 302. En castellano, en La Revolución Rusa, capítulo IV (La Asamblea Constituyente). Puede verse en:
http://www.marxists.org/espanol/luxem/11Larevolucionrusa_0.pdf
[17]See: Karl Marx, The Civil War in France (various editions). En castellano, La Guerra Civil en Francia, de Karl Marx, puede verse en:
http://www.marxists.org/espanol/m-e/1870s/gcfran/index.htm
[18]Ella expuso que esas personas declaraban un camino diferente al socialismo pero ella sostiene, en Reforma Social o Revolución, que en realidad habían elegido un objetivo distinto. The Rosa Luxemburg Reader: 157-158. En castellano, Reforma o Revolución puede leerse en:
http://www.marxists.org/espanol/luxem/01Reformaorevolucion_0.pdf
[19]Ottokar Luban, “Rosa Luxemburg’s Criticism of Lenin’s Ultra Centralistic Concept of the Party in the Socialist Movement,” paper presented to International Rosa Luxemburg conference, Wuhan, China, 20-21 March 2006.
[20]Bertolt Brecht, “The Solution” (“La Solución”) poema escrito después de la revuelta de los trabajadores en Berlín en 1953.
[21]The Rosa Luxemburg Reader: 265. En castellano, Problemas organizativos de la Socialdemocracia, que puede leerse en:
http://www.marxists.org/espanol/luxem/04Problemasorganizativosdelasocialdemocracia_0.pdf
[22]Rosa Luxemburg, The Industrial Development of Poland, New York: University Editions, 1979.
[23]Horace B, Davis, ed., Rosa Luxemburg on the National Question: Selected Writings, New York: Monthly Review, 1976.
[24]Anthony Brewer, Marxist Theories of Imperialism: A Critical Survey, London: Routledge & Kegan Paul, 1982: 61-76.
[25]The Rosa Luxemburg Reader: 356-357.
[26]Puede verse el artículo de Ottokar Luban citado anteriormente.
[27]Primera Ministra Margaret Thatcher, talking to Women’s Own, October 31, 1987.
[28]The Rosa Luxemburg Reader: 352.
[29]Die Rote Fahne, 18 November, 1918. En castellano, este texto, traducido frecuentemente como “Contra la pena capital”, puede leerse en:
http://democom.neuf.fr/contralapenacapital.htm

sábado, febrero 25, 2012

¿Existe la clase trabajadora?


Vicenç Navarro
es Catedrático de Políticas Públicas de la Universitat Pompeu Fabra (UPF)

La clase obrera no ha desaparecido en España, en contra de lo que cree la cultura mediática y política, pero su abstención electoral sigue creciendo

A la vuelta a Catalunya y a España, después de vivir en Suecia, Gran Bretaña y EEUU, me sorprendió encontrar la percepción generalizada en las culturas políticas y mediáticas de nuestro país que asume que la mayoría de la ciudadanía española pertenece a la clase media o se define como tal. Se asume que la clase trabajadora ha ido disminuyendo, al punto de desaparecer del discurso político y mediático del país.
A veces, aun admitiendo que la clase trabajadora continua existiendo, se asume que los trabajadores se consideran en su mayoría miembros de las clases medias. De ahí que sea muy infrecuente oír en los discursos políticos, incluso de dirigentes de izquierda, referencias a la clase trabajadora. Es más, si tales términos se utilizaran es muy probable que los medios de información y persuasión les criticaran, acusándoles de "anticuados", calificativo que a los políticos, y sobre todo a los de izquierda, les causa pánico. Por lo visto, modernizarse significa olvidarse de que en España continúa habiendo clases sociales.
EL LECTOR me permitirá que cuente una anécdota que refleja esta realidad. En las elecciones legislativas de 2000, cuando estaba asesorando al mayor partido de la oposición en España en temas de política social, sugerí que se propusiera ampliar la cobertura sanitaria pública a los servicios de dentista, todavía no incluidos en el Sistema Nacional de Salud, lo cual explica que el número de caries y dientes ausentes en España entre niños de familias de clase trabajadora no cualificada sea siete veces superior, por ejemplo, al número de caries y dientes ausentes de niños de familias burguesas o pequeño burguesas.
De ahí que propusiera la extensión de tales servicios a todos los ciudadanos, comenzando por los niños, tal y como lo había propuesto antes el candidato Schröder, del Partido Socialdemócrata alemán. Éste, a fin de ilustrar el mensaje, utilizó un póster en el cual se veía a un sonriente niño de clase trabajadora de 12 años al que le faltaban dos dientes frontales. En tal póster se leía un reclamo político: "No permitamos que se pueda reconocer la clase social de los niños alemanes mirándoles la sonrisa". Siguiendo mi sugerencia, el PSOE adoptó la propuesta, el eslogan y el póster alemán.
En la conferencia de prensa para presentar el programa en Madrid, el periodista del diario de mayor venta en España criticó el eslogan y el póster y preguntó críticamente al candidato socialista si su partido pensaba utilizar un discurso "anticuado" de clases sociales en España. Como asesor del candidato respondí al periodista y le recordé que en España hay clases sociales y que la probabilidad de estar enfermo (incluyendo las condiciones dentales) y morir depende en gran manera de la clase social del individuo.
Como promedio, los miembros de la burguesía viven dos años más que los de la pequeña burguesía, los cuales viven dos años más que los de las clases medias, quienes viven dos años más que los miembros de la clase trabajadora cualificada, que viven dos años más que los miembros de la clase trabajadora no cualificada, los cuales viven dos años más que los que los desempleados crónicos. Diez años de vida es la diferencia de pertenecer a uno de los dos polos sociales, tres años de diferencia más que en el promedio de la UE, que son siete.
CLASES SOCIALES existen en España y la manera en que la gente vive, enferma y muere depende mucho de cómo se ubica en la estructura social. La mayoría de la población pertenece a la clase trabajadora y se define como tal cuando las encuestas se realizan con rigor y no como constantemente se hacen, incluso por el Gobierno español, preguntándole a la ciudadanía si pertenece a la clase alta, media o baja. No es de extrañar que la respuesta de la mayoría de la población sea que pertenece a las clases medias. Ahora bien, cuando se le pide a la ciudadanía si es clase burguesa, pequeño burguesa, clase media o clase trabajadora, la mayoría, tanto en Suecia, Gran Bretaña y EEUU como en España, se define como clase trabajadora.
La ignorancia de este hecho implica que tal clase se abstenga de participar en las elecciones al no sentirse reconocida en el debate político del país. La gran abstención (sobre todo entre la clase trabajadora) en las últimas elecciones de Galicia y de Catalunya, así como en las legislativas españolas, traduce esta realidad.
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